Ayer la
población argentina se vio unida en la dulce espera de los resultados de las
elecciones, resultados que se hicieron esperar claramente. Hoy muchos
argentinos ojerosos bostezan frente a las computadoras de sus trabajos por las
pocas horas de sueño que tuvieron. Si
bien las transmisiones de los distintos análisis terminaron alrededor de la 1
am, muchos simios quedaron prendidos de las pequeñas pantallitas que los
conectan con el mundo.
Hoy cuando
desperté, en el inicio de mi Facebook la batalla campal entre kirchneristas y
opositores se había desatado con más fuerza que nunca. Desde principio de año,
la política es uno de los temas más frecuentes en las redes sociales y las
cuentas de twitter y Facebook se ven invadidas con contenidos que toquen este
tema, ya sea desde un lado cínico y con humor o desde una visión un poco más
sería con datos duros, estadísticas y notas de los diarios más conocidos.
Como ya
hemos mencionado antes en este blog, totalmente independiente a cualquier
partido y asociación política, los candidatos aprovecharon este nuevo espacio
público que se da en el mundo virtual para hacer que sus campañas tengan un alcance masivo y
se desarrollen en el momento donde viven los simios votantes, que si pudieran
lo haría a través de mensajes de Whatsapp.
No es
novedad que las redes sociales, y los espacios que estas nos brindan para crear
contenido, muchas veces sean utilizados para dar a conocer a nuestros amigos y
seguidores aquellas cosas que nos pasan por la cabeza por poca relevancia o trascendencia
que tengan. En pocas palabras, los simios de hoy se cansan de publicar las
boludeces que hacen y piensan con la esperanza de que a los demás les modifique
la existencia.
Con eventos
de mayor impacto, como las elecciones presidenciales de un país, donde la
población en su totalidad se ve fuertemente afectada, los simios toman estos
espacios públicos en las redes para convertirse en una suerte de "expertos
del tema" y opinar y comentar y mostrar su indignación o su agrado frente
a determinadas situaciones.
Esto puede
resultar en dos escenarios posibles, por un lado muchos usuarios de las redes
se verán invadidos de información que tal vez no les interesa y que molesta,
por lo que dejaran de seguir cuentas o perfiles, pero por otro lado, muchos simios que vivían en la
ignorancia de lo que sucede a su alrededor tendrán la oportunidad de informarse
desde un punto de vista no profesional o académico donde los "proveedores
de la información" no son los medios sino los mismos usuarios, ciudadanos,
pares. Es así, que durante la época
electoral, miles y miles de denuncias se hicieron visibles a través de videos
que la gente subía a su perfil de Facebook, de fotos que se publicaban en
twitter y de experiencias vividas que se compartían con el fin de que todos se
enteren de lo que estaba pasando en el país.
Es así, que
hoy muchos jóvenes que antes no tenían una opinión formada sobre política ahora
pueden sacar sus propias conclusiones porque aunque lo quieran o no, la
información les va a llegar casi arbitrariamente y más aún si dentro de los
amigos de Facebook hay infiltrado algún familiar.
La
tecnología nos sigue sorprendiendo día a día con la dominación que consigue y
la gran expansión hacia TODOS los terrenos. Ayer, en la pantalla del bunker del
pro se podía apreciar un gran Hashtag que decía "#HayBalotaje"; antes
de contar con datos oficiales para discutir, los noticieros estaban haciendo un
análisis riguroso en estadísticas sobre la cantidad de menciones que los
candidatos habían tenido en Twitter, como si eso fuera igual de determinante
que la elección propiamente dicha.
Es inútil
pensar que la tecnología no penetró en la sociedad y que no convive con
nosotros como una de las tantas plagas que lo hacen, la tecnología está y nos
ofrece herramientas para hacernos escuchar.
Está en
cada uno el uso responsable de esa herramienta.
Simio
Menor, gorila con android.
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